Elegí esta fotografía principalmente por su simpleza, creo que el impacto visual radica en todo lo que es capaz de transmitir sin ser necesariamente una imágen "asombrosa" o "nunca vista".
La inocencia y la calidez de una edad que le permite al niño estar con los ojos cerrados y esa expresión serena en su rostro imaginando todos los misterios posibles que esconde eso tan pequeño, tan inmóvil que tiene delante, conectando realmente con aquello que parece tan distinto a él y podría no serlo.
En cuanto a lo técnico creo que la iluminación completa perfectamente la idea de que no solo existe lo observable, de que hay algo más allá de la imágen en lo que hay que enfocar la atención.
